Las grandes bogas ya están comiendo firmes, los dorados toman señuelos y cebos naturales en los malecones y los canales, y de yapa aparecen rarezas como pira pitás y chafalotes. Hay de todo para divertirse.

E l punto estratégico en el que se encuentra Berisso, sumado a características particulares del ámbito que nos dan la posibilidad de cambiar de escenario con sólo hacer 10 minutos de navegación, nos ponen en un pesquero que da para un sinfín de posibilidades. Porque en este verdadero multipesquero podemos optar en este enero que está en pañales por la clásica pesca de bogones en los malecones, o aprovechar las crecientes para dar con regios dorados en las mismas piedras y palos.

Pero también podemos hacer una pesca tranquila, dentro de los canales portuarios. Allí donde muchas veces un grupo de pescadores puede encontrar refugio ante un río batido que mareó a algún tripulante. Allí donde tantas veces practicamos pesca ultraliviana de pirá pitás y doradillos. Ahora, en esos mismos ámbitos, sucede que ¡entró pescado muy bueno!. Hablamos de doradillos de hasta 2 kilos que podemos pelear con elementos de pesca ultraliviana. O de soberanos chafalotes que atacan todo lo que uno les tire en la punta de los barcos que están amarrados, o en puntas de escollera. Esta pesca sin mareos, ideal para hacer con niños, puede ser un buen principio de jornada o digno fin de fiesta cuando ya nos aburrimos de las bogas.

En cambio, en los malecones, habrá que reforzarse. Porque el tema de pasar un señuelo entre las piedras hace que sea recomendable usar un multifilamento no menor de 40 libras. Y cañas que nos permitan sacar a los dorados de los palos para pelearlos en río abierto, disfrutando de sus saltos.

Pero la pesca del momento, sin dudas, pasa por las regias bogas de esas piedras cargadas de mejillón asiático. Los malecones, cebadero natural, potencian su atractivo para las bogas con los kilos de maíz que le tira nuestro guía Joaquín Hasaín a sus piedras favoritas. Allí se van amontonando las bogas y cuando arrancan a comer es frecuente que haya varios pescadores peleando piezas simultáneamente en la embarcación. Y hablamos de bogas de un tamaño que no se ve en ningún otro lugar del Río de la Plata, pues en nuestras dos jornadas logramos ejemplares de hasta 4 kilos.

Bogos Pesca

Sin dudas la pelea de estas piezas con equipos livianos como las cañas Tech Tomahawk o Shimano Convergence, con reeles de bait con capacidad de 150 mts de nailon del 0,35, serán inolvidables.

Joaquín nos asistirá con su copo infalible para dar por terminada la pelea cuando el ejemplar ser agota. Y a las bogas -que toman firmes encarnes de dos granitos de maíz remojado o cualquier tipo de pastas- se le suman también carpas de hasta 8 kilos que muchas veces se convierten en imparables.

¿Qué más le podemos pedir a un pesquero?: piezas de calidad, cantidad de ejemplares, pesca sutil o de fuerza, sorpresas con especies que no suelen ser el objetivo de la pesca deseada y cercanía a nuestro punto de partida, pues Berisso queda a solo 65 km de Buenos Aires.

De yapa, un guía joven pero de amplísima experiencia como Joaquín Hasaín, nos garantiza que siempre haya disponibilidad de embarcaciones (pues tiene 5 lanchas y leva tanto a grupos como a pescadores solitarios que combina con otros) y conoce al dedillo los secretos del lugar.

Como consejos finales, use ropa liviana y clara, pongase protector solar, pelente para evitar mosquitas molestas y use gafas polarizadas.

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Fuente: www.diariopopular.com.ar