Hablar aquí de la importancia que supone la correcta elección de la caña para cualquier tipo de pesca que vayamos a practicar resulta, a todas luces, absurdo.

La caña es el principio y el fin de la pesca, el elemento principal sin el que el pescador deportivo no es nada.
A lo largo de la historia de la pesca, han existido muchísimos tipos de cañas que se han ido creando con el objetivo de ofrecer siempre más y mejores prestaciones. Materiales, acciones, longitudes… hoy en día la oferta es tan amplia que lleva a perderse a cualquiera
¿Cómo saber cuál es la caña que a mi me conviene? Son muchas las cosas a tener en cuenta… En este artículo tratamos de hacer un recorrido general por el mercado, analizando los puntos más importantes que deben ser tenidos en cuenta a la hora de adquirir una caña.
Por supuesto la elección final dependerá de otras muchas consideraciones que tienen que ver con la modalidad de pesca concreta que vaya a realizar así como con los gustos y posibilidades económicas de cada uno.
Y por supuesto, nunca debe cansarse de preguntar en el establecimiento donde realice la compra; es la forma más segura de saber que no nos estamos equivocando.

Longitud

El tamaño o longitud de la caña es uno de los puntos más importantes que deben ser tenidos en cuenta. Un buen consejo es el de decidirse siempre por una caña cuya longitud nos permita maniobrar y efectuar el lanzamiento del aparejo o señuelo, con suma comodidad.
No hay nada peor que pescar con una caña que se encuentre fuera de nuestro tamaño, tanto hacia lo grande como hacia lo pequeño, puesto que sin duda lo único que conseguiremos serán lances errados que no obtendrán ningún resultado.
En la elección del tamaño deberá tener en cuenta que una caña corta funciona muy bien en pescas con casting en áreas estrechas, mientras que una caña larga es esencial para tiros a larga distancia. La tendencia actual va hacia cañas más cortas y más finas, que gracias a los actuales materiales de fabricación resultan igual de fuertes y potentes que las cañas gruesas y largas que se usaban en el pasado.

Resistencia

Con el término de resistencia queremos significar la capacidad de la caña para resistir la lucha contra el pez.
Lo primero que debemos considerar es que una caña debe poseer la resistencia suficiente para arrojar el peso que se deba utilizar, no importando que sea de un tramo, dos, tres o telescópica.
Sin embargo, a la hora de elegir una caña no debemos caer en el error de pensar que la más fuerte es la mejor. La resistencia de una caña no es una característica que nos indique calidad, sino que es una condición del elemento; en otras palabras, la caña debe resistir simplemente para lo que fue hecha, si así no sucediera, no serviría.
En función de la resistencia de la caña podemos hacer la siguiente clasificación:

  • Ultra-ligeras.
  • Ligeras.
  • Medias.
  • Pesadas.
  • Ultra-pesadas.

Por supuesto cuanto más ligera sea la resistencia de la caña significará que es válida para peces de pequeño tamaño, el cual irá incrementándose a medida que aumentamos la resistencia.
Elegir una resistencia inadecuada para la especie que tratamos de pescar hará que la caña no nos haga llegar (o lo haga equivocadamente) las sensaciones que el pez transmite durante la pelea, haciendo que la acción de pesca se complique.

Memoria de una caña

La forma natural de una caña es recta; sin embargo la acción de pesca supone una constante flexión. Pues bien, al flexionarla la caña ofrece una resistencia que es igual a la fuerza aplicada pero de sentido opuesto, es decir, una reacción.
La velocidad con que vuelve a tomar su estado anterior es lo que se denomina comúnmente reacción de la caña o “memoria”.
La caña debe tener la reacción o memoria adecuada para que el pescador no pierda sensación de pesca, para efectuar el lance en forma satisfactoria o para clavar la pieza en caso de que sea necesario.

Acción

Peso máximo al que se puede someter la caña en el momento del lance. Se expresa en gramos, normalmente con dos números, que nos indican el tramo de peso que la caña soporta sin problemas.
Efectivamente, cada caña está pensada para un tipo de pesca en concreto, en función del cual se establece el nivel de flexión que podrá alcanzar y el límite de esfuerzo que puede llegar a soportar.
En este sentido, se distinguen tres momentos en el lance:

  • Zona crítica: momento en el que la punta de la caña está sometida a la mayor carga, pudiendo vencer su resistencia y romper con facilidad.
  • Zona de fuerza: posición óptima para la caña, donde podrá hacer los mayores esfuerzos y se utiliza correctamente.
  • Zona de tensión: posición en el que el carrete y la línea sufren la mayor tensión.

Como sabemos, al lanzar la caña se flexiona; pues bien, esta flexión puede producirse de diferentes formas. De acuerdo a la forma que tome la curva, las cañas se clasifican en:

    • Cañas de acción rápida o de punta: denominadas así porque tienden a doblarse en su punta. Otorgan mayor sensación de pesca pero resultan menos eficaces a la hora de realizar lances largos.
    • Cañas de acción media: doblan en el medio de la caña. Dan una buena sensación de pesca y son adecuadas para lances medios.
    • Cañas de acción lenta o total: doblan en toda su longitud. Resultan las más adecuadas para lances largos.

Material

Por supuesto, todas las características de la caña se relacionan con el material con la que ésta esté fabricada.
Actualmente el mercado nos satura con la gran cantidad de materiales que nos ofrece:

  • Natural.
  • Fibra de vidrio (maciza o hueca).
  • Fibra de carbono o Grafito.
  • Kevlar: resina muy fuerte y a la vez muy ligera que se utiliza en blindajes de chalecos y vehículos y que en la actualidad está siendo introducida en la fabricación de cañas de pescar, aunque su alto precio hace que su uso no esté muy extendido.
  • Compuesta: mezcla de fibra de vidrio, grafito, kevlar u otros materiales.

Estos son, por así decirlo, los más generalizados, pero también existen otros menos presentes en el mercado. Efectivamente, cada día podemos ver como las casas fabricantes investigan para la creación de nuevos materiales que ofrezcan las mejores prestaciones. El objetivo principal es que la caña tenga la mayor reacción posible, o sea la mayor velocidad para retornar a su estado natural recto.
Así, las cañas naturales están prácticamente en desuso, debido principalmente al mantenimiento que requieren, y a que su costo no es competitivo. Esto último es debido al proceso artesanal que se precisa para su elaboración, que va desde la plantación hasta convertirla finalmente en caña de pesca. No obstante, se pueden lograr excelentes cañas con diferentes cortes de acción y con una buena reacción. De hecho en la pesca con mosca algunas de las más prestigiosas fabricas siguen aun hoy ofreciendo productos de caña natural. Siempre nos referimos a caña natural hueca (bambú, tacuara); las macizas han sido una opción de bajo costo principalmente en el tipo de pesca variada de mar, pero salvo la resistencia a los golpes, no ofrecen desde el punto de vista técnico ventaja alguna. Lo mismo sucede con las cañas hexagonales de madera.
Con todos los materiales se puede lograr los tres tipos de acciones anteriormente nombrados.
Indudablemente, la aparición en la década de los 60 de las cañas de fibra de vidrio fue una de las mayores innovaciones vividas. En primer lugar aparecieron las macizas, seguidas de las huecas las que fueron en definitiva las que revolucionaron el mercado, gracias a su menor peso.
Si hay algo que destacar en este material es que apenas necesita cuidados de mantenimiento. Además, su poco peso, su gran reacción y su extraordinaria resistencia y flexibilidad, unido hoy a la gran variedad de modelos y bajo costo, hacen que las cañas de fibra de vidrio se posicionarán nada más irrumpir en el mercado, en primer lugar de ventas.
Pero la fibra de vidrio ha sido superada en nuestros días por otro material , las cañas de grafito. A pesar de que su coste es más elevado, poseen mayor reacción y un peso menor (al igual que el kevlar). En su contra, hay quienes afirman que resultan más frágiles a los golpes que la fibra de vidrio, lo que debe unirse al hecho de que el grafito es un conductor de la electricidad, lo cual significa un riesgo de uso los días de descargas eléctricas (por desgracia todos conocemos accidentes de este tipo sucedidos a pescadores).
Existen asimismo las denominadas ?cañas compuestas?, en las que se trata de conjugar todos los beneficios de los diferentes materiales que existen, combinando peso, reacción y costo.

Establecemos a continuación una tabla genérica en la que se valoran las cualidades de los diferentes materiales:

REACCIÓNRELACIÓN PESO/RESISTENCIARESISTENCIA A LOS GOLPESRELACIÓN CALIDAD/PRECIO
Fibra Vidrio HuecaRegularRegularRegularRegular
Fibra Vidrio MacizaRegularRegularMuy BuenaRegular
GrafitoMuy BuenaMuy BuenaRegularMuy Buena
CompuestaBuenaBuenaRegularBuena

Peso

Es otro de los puntos fundamentales que deberemos tener en cuenta en la elección de nuestra caña, considerado que nunca debe superar nuestra capacidad física. Hay que tener en cuenta que pasaremos muchas horas ?cargando? de la caña, pero no sólo eso, sino que además deberemos realizar un auténtico esfuerzo físico en cada lance; con seguridad nos arrepentiremos si el peso de la caña resulta excesivo.
De cualquier manera la caña deberá poseer el peso que el pescador crea conveniente, ya que no siempre lo más liviano es mejor, no se nos debe olvidar que en el caso de necesitar efectuar con equipo de pesca variada de costa lances largos, las cañas con mayor peso tienen mayor rendimiento; el peso deberá elegirse, como tantas otras características de la caña, en función del tipo de pesca que vayamos a realizar.

Armado

La caña debe tener un correcto armado en cuanto a la posición y tipo de pasahilos, mango adecuado, etc. Un aspecto importante en la caña son las guía, anillas o anillas guías de la caña que es un dispositivo de guía del sedal de pesca diseñado para no ofrecer fricción, dureza y a su vez que sean livianas y no agreguen mayor peso a la caña.
Efectivamente, las anillas deben mantener la sensibilidad de la caña, deben evitar que el hilo se tuerza, deben ayudar a que las distancias de tiro sean mayores y deben mantener el balance de la caña

Empuñadura

Otro de los elementos fundamentales de la caña es su empuñadura, puesto que es la que va a permitir el paso de sensaciones desde la punta de la caña hasta la mano del pescador, un conjunto de sensaciones que resultan imprescindibles a la hora de conseguir los resultados deseados.
Si tuviéramos que destacar una serie de cualidades que deba cumplir una empuñadura, hablaríamos de las siguientes:

  • Funcionalidad: esto es, la capacidad de la empuñadura para proporcionar al pescador un soporte adecuado para manipular la caña.
    Una empuñadura funcional permitirá una mejor transferencia de energía de la mano y brazo del pescador hacia la caña y la línea.
  • Ergonomía: cualidad que permite al pescador manipular la caña con comodidad y eficiencia, minimizando el esfuerzo. Una caña debe estar equipada con un mango de tamaño y forma coincidentes con el número y potencia de la caña, así como a las medidas estándar de las personas. Una empuñadura bien diseñada resulta en mejor rendimiento y menor cansancio.
  • Calidad: basada principalmente en el tipo de material con el que esté construida, del que dependerá la durabilidad, las sensaciones transmitidas, el peso, etc.

El material tradicionalmente utilizado es el corcho, que se comercializa en distintos “grados” que indican su calidad.
Uno de los materiales que más se usan actualmente es el denominado ?EVA Foam? (Ethylene Vinyl Acetate). Se trata de un material sintético que posee las características adecuadas para la confección de empuñaduras de toda clase. Su índice de compresión, dado por la densidad del material, su resistencia y otras propiedades han encontrado lugar en las cañas de mosca, sobre todo en los mangos para cañas de precios medios y bajos, aunque principalmente para cañas de fibra de vidrio de números medios.
Cuenta con una única desventaja con respecto al corcho: es algo más pesado.

En definitiva diremos que el mercado podemos encontrar gran variedad de modelos, cada uno de los cuales ofrece un peso, longitud, acción… diferentes. La correcta elección pasa por la conjugación de todos estos elementos de tal manera que demos con la caña que reúne todas las características… y que se ajuste a nuestro presupuesto, claro está.

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Fuente: www.a-alvarez.com