La situación paralizó la actividad portuaria y la navegación, lo que obliga a transportar por tierra la producción chaqueña. Con este nivel, se mantiene la veda total de pesca.

El río Paraná sigue atravesando una situación crítica que compromete a varias aristas de la producción chaqueña. En Barranqueras, la altura del río viene descendiendo sostenidamente y su último registro marcó apenas 0,42 centímetros, caudal totalmente insuficiente para la operación portuaria y que pone en jaque el traslado de la producción agrícola.

En este marco, el director del Puerto de Barranqueras, Roberto Benítez, señaló que no entra barcaza alguna a los muelles y que hoy, la producción agrícola, los combustibles y todo producto que entraba al puerto, hoy se maneja únicamente por trenes y camiones.

A su vez, debido a esta situación de bajante histórica que atraviesa el río, con niveles que no se registraban desde 1906, se ve fuertemente afectada la pesca comercial, recurso del que se valen miles de familias en las costas ribereñas del Chaco.

Debido a que el río mantiene sostenidamente su altura por debajo del metro, se hace inevitable una veda total de pesca de acuerdo a la normativa vigente, que ante tal situación da inicio automáticamente.

Eso genera un problema para el Gobierno, ya que los pescadores se niegan a aceptar la medida con el fundamento de que conocen el río y entienden que no hay peligro alguno para la fauna ictícola.

‘Toda esta situación genera gran disenso, ya que los pescadores comerciales reclaman poder trabajar‘, explicó el director de Fauna y Áreas Protegidas, Edgardo Wiltchensky; y aseguró que ‘se busca encontrar puntos de consenso que se encuadren dentro de la realidad del río y la necesidad laboral de los pescadores, siempre dentro del cumplimiento de las reglamentaciones‘.

‘Con la intención de encontrar un punto de consenso entre las partes, y considerando que la Secretaría de Desarrollo Territorial y Ambiente es el organismo de aplicación y la Mesa Pesquera a través del Consejo Provincial del Ambiente es un espacio consultivo con los principales actores afectados por esta temática, es que se plantean alternativas para lograr un consenso que se encuadre dentro de la realidad imperante en el río y la necesidad laboral, siempre dentro del cumplimiento de las reglamentaciones‘, detalló el funcionario.

Desde hace meses que la altura del río viene descendiendo sostenidamente, sin señales de que el panorama mejore.

“Se busca encontrar puntos de consenso con los pescadores”

Ante el problema que genera imponer la veda que desfavorece a los pescadores comerciales, Edgardo Wiltchensky, director de Fauna y Áreas Protegidas, explicó que ‘toda esta situación genera gran disenso, ya que los pescadores comerciales reclaman poder trabajar‘, al tiempo que aseguró que ‘se busca encontrar puntos de consenso que se encuadren dentro de la realidad del río y la necesidad laboral de los pescadores, siempre dentro del cumplimiento de las reglamentaciones‘.

‘Entre todos estos actores se buscará la próxima semana resolver el tema pesca en este marco ambiental tan particular‘, declaró Wiltchensky. Ante la pregunta sobre la situación actual del río, el funcionario comentó que ‘por el momento se mantiene la veda total‘, y adelantó que hacia adelante se está pensando – en el marco de la Mesa Pesquera – en un sistema de cupificación (cupo de extracción anual o por período) y extracción por cancha, por debajo de los dos metros, con control de extracción en áreas de desembarco y pesca deportiva con devolución‘.

Preservar la biodiversidad del Chaco

Ante el problema de la bajante, el año pasado el Gobierno de la provincia reunió a organismos de investigación, asociaciones de pescadores, tanto comerciales como deportivos, municipios que se ven afectados y otros actores como acopiadores y guías de pesca; para llegar a la conformación de una Mesa Pesquera Provincial para determinar medidas precautorias para el resguardo ambiental.

La bajante extensa y excepcional amerita establecer parámetros que regulen la actividad según el estado del río.

En este contexto fue elaborada una resolución, vigente desde septiembre del año pasado, que establece los umbrales de altura del río que permitirán la actividad, teniendo en cuenta que una bajante tan extensa y excepcional ameritaba establecer parámetros que regulen la actividad según el estado del río.

Así, se establece también al hidrómetro instalado en el Puerto de Barranqueras en Prefectura Naval Argentina como elemento de lectura de altura de las aguas, ya que almacena registros históricos y es de donde se desprenden los datos que alertan de esta bajante.

De esta manera se estableció que luego de cinco días de lectura por debajo del metro de altura, después del quinto día consecutivo en el hidrómetro, se procede a una veda total de extracción, con esquemas de compensación por veda para la pesca comercial. En esta última situación se encuentra el río actualmente, ya que registra por debajo de los 0,5 metros de altura.

Las fuerzas de seguridad como Prefectura Naval son las responsables de realizar los monitoreos y fiscalizaciones que evitan los ataques a la biodiversidad de la Provincia y sus sistemas naturales.

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Fuente: www.diarionorte.com