Practicar un deporte tan antiguo como natural tiene muchísimos beneficios sobre nuestro cuerpo y nuestra mente

Hay muchísimas actividades y deportes que se pueden llevar a cabo al aire libre. Desde cosas tan comunes y sencillas como el fútbol o el ciclismo hasta deportes menos extendidos como son la caza o la pesca. Esta última, bastante menos dañina con el entorno que la mencionada justo antes, está consiguiendo numerosos adeptos en los tiempos que corren, sobre todo en su ámbito más competitivo, el deportivo.

Bogos Pesca

Aunque muchas personas apenas tienen nociones y no saben llevar a cabo algo tan sencillo como pescar, lo cierto es que el afán por aprender está generando más y más adeptos. La pesca deportiva es una actividad con muchísimos años de antigüedad, datando de hace siglos; pero hoy en día está gozando de una vitalidad jamás vista antes.

¿Por qué?, es la pregunta que se hacen todos los que conocen a alguien que asegura ir todas las semanas a un pantano, un río o incluso al mar a buscar peces por mera afición. La realidad es… porque sí. Porque, aunque no lo parezca, este deporte cuenta con muchísimos beneficios tanto para la salud física como mental de quien lo practica. Y puede sonar exagerado, pero está más que demostrada la veracidad de esta afirmación.

De hecho, vamos a desgranar los beneficios más importantes de la pesca deportiva sobre las personas. Todo lo que aporta dedicar varias horas a esta actividad tan relajante, tranquila y cargada de posibilidades. Te sorprenderá todo lo que es capaz de hacer por ti.

Es desestresante

Aunque el afán por conseguir la pieza más grande siempre está ahí, la última sensación que puede provocar la pesca es estrés. Estás a solas con la naturaleza y, como mucho, acompañado de otros pescadores o de amigos que estén disfrutando de un día en un entorno natural. La mayoría de veces estarás a solas con tus cañas de pescar, con el agua y con los peces en un total remanso de paz en el que tu mente puede desconectar por completo de la rutina diaria y de los agobios.

Logras una satisfacción personal

No hay mayor sentimiento de satisfacción que el que provoca la superación. Cuando logras hacerte con una pieza más grande y pesada que la anterior, cuando por fin sacas a ese pez que tanta batalla te ha dado en el continuo tira y afloja, se genera un sentimiento cargado de energía positiva. Pocas sensaciones son tan agradables como esta, por mucho que un mal día cojas poco y sientas que no has conseguido tanto como querías, siempre tendrás ese “gusanillo” de saber que tarde o temprano caerá algo más grande e imponente.

Conoces a gente nueva

Lo más habitual cuando se acude a una zona de buena pesca es encontrarse con otros que estén haciendo lo mismo que tú. Es una buena oportunidad de conocer a gente y, por supuesto, de conectar con otros con los que ya sabes que tienes algo en común: las ganas de pescar. Compartir anécdotas, experiencias e incluso consejos puede servir para ganar incluso amistades. ¡Y eso que solo ibas a sacar las cañas un poco!

Desconectas por completo

A esto ayuda también dejar el teléfono móvil en el coche o lejos de ti. A la hora de pescar lo único que importa es el cebo, la caña, el agua y los peces; el resto, salvo otros compañeros que compartan velada, sobra. Partiendo de esta idea, es evidente que se consigue una desconexión de las obligaciones y preocupaciones total, y no hay nada que relaje más que eso.

Te diviertes

Era evidente. Irse de pesca no implica solo relajarse y desconectar de todo mientras estás en contacto con la naturaleza y otros amantes de este deporte, por supuesto también sirve para divertirse. Ya sea por pasar un buen rato en compañía o por la pasión y la emoción de conseguir más y más piezas. Aunque parezca una actividad relajada y repleta de tranquilidad, también puede tener sus momentos cargados de intensidad y, por supuesto, provocar muchísima diversión.

¿Te ha despertado curiosidad? Pues lo tienes bastante fácil. Busca algún sitio con una buena cantidad de agua cerca de donde vives (si es en el interior, recomendamos pantanos) y hazte con un par de cañas para comenzar a probar suerte con los peces. Quizá se te dé mejor de lo que piensas y tardes bien poco en coger piezas bastante considerables.

Aunque, eso sí, te lo advertimos. Hace falta paciencia y tomárselo con calma. La pesca es un deporte que requiere invertir tiempo, ganas y no cejar en el empeño. Si conoces bien a los peces y su comportamiento, si consigues hacer un buen cebo y no realizas prácticas abusivas, podrás disfrutar de esta actividad deportiva en su plenitud y gozar con todos los beneficios que aporta.

Si queres podes unirte y publicar tus salidas de pesca en

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Fuente: www.estrelladigital.es