Cuando falta poco más de un mes para el inicio de la veda muchos pescadores empiezan a asumir que esta temporada está perdida. En el interior muchos distritos habilitaron la actividad pero sólo para residentes locales y con cupos.

El dato no deja de ser importante considerando la gran cantidad de lagunas existentes -no sólo en el distrito- sino en la zona, donde cada distrito regular con protocolos la actividad únicamente para sus habitantes.

Según publicó el reciente sábado 25 el sitio web Todo Provincial; el investigador del Conicet y pescador aficionado, Darío Colautti, analizó el impacto que podría tener la menor actividad en las lagunas bonaerenses.

“En esta temporada no habrá más pescados porque el periodo reproductivo tuvo lugar antes de la cuarentena. Si nadie pescó y cuidaron la laguna la cantidad no será más pero quizás sean más grandes”, aseguró a Todo Provincial el investigador del Instituto de Limnología “Dr. Raúl A. Ringuelet” de La Plata (ILPLA, Conicet-UNLP).

Y pronosticó: “La temporada que viene quizás haya un poco más de pejerreyes porque este año no hubo pesca. Sin dudas en esta temporada habrá un menor impacto y probablemente el año que viene haya mayor cantidad de peces porque estarán los que no se mataron este año. Lo bueno es que además probablemente haya peces más grandes porque tendrán más tiempo para crecer”.
 A poco más de un mes del inicio de la veda fijada siempre para el 1º de septiembre, en muchas localidades directamente no hubo temporada de pesca. En los distritos que permanecen en Fase 5 de la cuarentena la actividad se habilitó sólo para los pescadores locales, con cupos estrictos y con restricciones para las personas que integran los grupos de riesgo.
“La pesca con caña también tiene un impacto. Cuando se mata un pescado no importa como lo pescaron. Yo soy pescador y me gusta comer pejerrey. Cuando uno va a una laguna quizás hay 80 botes o más. A cuatro personas cada uno, si todos sacan la cuota de 25 pescados es innegable el impacto”, aseguró Colautti.
Y destacó: “Pero el recurso también está para disfrutarlo con criterio porque el pejerrey tiene potencial para recuperarse. Tiene buena tasa de reproducción y si las lagunas están en buenas condiciones se recupera la población rápidamente. En un año y medio o dos ya tenés un pescado para pescar con caña. El pejerrey en 3 años puede pesar casi medio kilo y medir 35 centímetros, aunque depende mucho de las condiciones de la laguna”.
La veda se fija entre septiembre y octubre porque es la época en que se produce la reproducción de la mayoría de las especies en las lagunas.
“Los primeros desoves se producen a mediados de agosto, en septiembre se afirman y el 1º de octubre es el pico de desove. El pejerrey desova cada 15 días, en tandas. En noviembre ese proceso empieza a culminar. La importancia de la veda es no molestar a la especie en ese momento y no perturbar el ambiente porque se forman cardúmenes de desove. Es importante darle un descanso a la laguna porque la reproducción de las otras especies también ocurre en esa época”, destacó el investigador del Conicet.

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Fuente: lavozdelpueblo.com.ar