De esta manera el pescador se sentirá mucho mejor deportista ya que el gesto de devolución lo engrandecerá como tal. Si a los más pequeños le vamos formando la conciencia del cuidado del río seguramente varias generaciones podrán seguir pescando y disfrutando esta maravilla natural que poseemos. Pero para ello vale el dicho que afirma que “se educa con el ejemplo” así que debemos ser los primeros en abandonar redes y espineles y mostrar cómo se devuelve un pez vivo al agua. Esta maniobra comienza cuando el pez está aún en el agua. No hay que forzar la aproximación sino que hay que esperar que se canse y no ofrezca tanta resistencia. Lo ideal es que mientras el pescador lo acerca un compañero lo levante con la ayuda del copo de red, si no se posee uno se deberá tomar al pez por la cola, nunca por las agallas.
Por supuesto, tampoco hay que tenerlo mucho tiempo fuera del agua. Enseguida hay que depositarlo suavemente en el agua imprimiéndole un suave movimiento hacia atrás y adelante para que el agua circule por las agallas y oxigene su sangre. Cuando vemos que se recuperó lo dejamos ir. El bichero es un elemento que debemos desechar. Sólo el copo, la pinza especial para tomar al pez por la boca o el lazo son los elementos que podemos utilizar para sacar al pez del agua.
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Fuente: www.tandildiario.com