En ciertos periodos, la naturaleza premia a los pescadores deportivos bendice con la llegada de cardúmenes de dorados al alcance de la maño, como viene sucediendo desde este mes en la zona de la Costanera de la ciudad de Buenos Aires.
La Costanera ofrece varios sectores de pesca para este especie que, por razones que se desconocen todavía, cada vez con más frecuencia “baja” por el Paraná hasta el Río de la Plata y llega, como se sabe, hasta la zona de Berisso e incluso algo más al sur.
Los mejores portes de los dorados se dan durante febrero y marzo.
RELEVAMIENTO
Nos comunicamos con el guía Fernando Ette de Capital Federal, con el objeto de hacer una linda pesca de dorados cerca de las escolleras de piedra portñas y también en río abierto.
Nuestro punto de partida fue la marina situada en Puerto Norte frente al Aeroparque Jorge Newbery.
Sabemos que este lugar tiene varios sectores para hacer este tipo de pesca como la zona de las usinas, donde el dorado y el surubí se encuentra siempre por las aguas cálidas y por la cantidad de mojarras con las que allí se pueden alimentar, y también en la zona de Oyarbide.
LA PESCA
Comenzamos pescando al garete con la tradicional línea de flote; la diferencia es que se debe realizar un lance ruidoso, para que al llegar el aparejo al agua golpee con fuerza, haga ruido y llame la atención del dorado que pueda estar cazando en ese sitio.
Cuanto más ruido genera más posibilidades tenemos que el dorado tome nuestro cebo. Si no hay resultado inmediato se garetea un rato y se arroja el parejo nuevamente, tratando de lanzar lo más cerca posible de las piedras.
Cuando el artificial era correctamente ubicado casi contra las piedras, los dorados lo atacaban sistemáticamente, muchos de ellos lograban liberarse con sus hermosas piruetas en el aire y los demás fueron devueltos a su medio con sumo cuidado.
Los mejores resultados y a su vez, los más divertidos y visualmente emocionantes, fueron los ataques que se producían cuando apenas caían los cebos al agua. Lo cierto es que vivimos una magnífica jornada.
Recomendamos el uso de una pinza para extraerle los señuelos con sumo cuidado y luego liberarlos.
Los piques no tardaron, y cada zambullida de señuelo o boya se traducía en dorados bien gordos y combativos, con tamaños muy interesantes para el pesquero, pues llegaban a los 3 kilos holgadamente.
CARRETEL LIBRE
Para realizar una efectiva clavada , recomiendo pescar con el carretel libre, de esta forma cuando el dorado toma, corre libre unos cuantos metros, luego hay que trabar, levantar la caña y asegurar la clavada.
Con esta sencilla técnica baja muchísimo la cantidad de piques errados.
Si bien los portes no son grandes, empleando equipos ultra livianos se disfruta muchos la pesca.
Nos dio excelente resultado la caña con reel rotativo tipo “huevito”, cargado con multifilamento de 0,16 mm.
Dentro de los señuelos más destacados debemos mencionar la mojarra de media agua.
Para la pesca de flote lo más recomendables es utilizar líneas con una boya mediana tipo “zanahoria”, bajada de acero y anzuelos Nº 8/0.
No olvidar que la pesca de todo dorado, independientemente de su tamaño, es con devolución obligatoria.
Relevamiento de pesca:
Marcelo Makowiecki.
Servicios:
Guía de pesca Fernando Ette, Tel. (011) 15-56305230
Fuente: www.eldia.com